jueves, 19 de febrero de 2009

Nieve de picos colombianos desaparecerá en el 2030, alertó el BM


20 años más tarde los páramos se reducirán en un 56 por ciento debido al impacto del cambio climático en el país, según un estudio revelado por el Banco Mundial (BM).
Colombia ya sufre los rigores del cambio climático, de acuerdo con el estudio revelado en Bogotá, que recomienda mantener la continuidad de las políticas integrales para conjurar amenazas y un modelo de desarrollo con baja intensidad de carbono.
El organismo considera que si no se impulsan acciones urgentes, en 2050 se producirá un incremento de temperaturas en las altas cumbres andinas de Colombia, que oscilará entre uno a dos grados centígrados, y por la misma fecha se tendrá una reducción significativa de las precipitaciones pluviales.
Añade que la nieve que cubre los picos andinos también desaparecerá por completo alrededor del 2030 y 20 años más tarde los páramos se reducirán en un 56 por ciento.
El estudio, titulado 'Desarrollo con menos carbono: respuestas latinoamericanas al desafío del cambio climático', también prevé que la temporada de lluvias en las islas caribeñas de San Andrés puede alargarse en un 15 por ciento alrededor de 2050 y en un 20 por ciento a fines de 2080, aumentando el riesgo de inundaciones.
"El cambio climático puede llegar a tener consecuencias sumamente negativas en la agricultura colombiana", advirtió Walter Vergara, especialista en cambio climático del BM.
El informe reconoce los aportes ambientales de Colombia, especialmente en el transporte y otros campos afines.
Sugiere como fuente de ingresos futuros para América Latina el modelo de desarrollo con menos carbono, basado en el uso creciente de fuentes de energía renovables, el aumento de la eficiencia energética y la conservación de los recursos forestales.
Entretanto, el ministro de Ambiente de Colombia, Juan Lozano, manifestó que "los países desarrollados, y que por sus emisiones son los principales causantes del cambio climático, deben establecer un fondo que asigne recursos a las naciones que son víctimas de estas acciones y cuya contribución a la contaminación global ha sido y es prácticamente nula, como ocurre con nuestro país".
El BM con apoyo de los países más industrializados constituyó un fondo de 6.000 millones de dólares para canalizar tecnologías de baja intensidad de carbono a las economías emergentes.

Tierra y Justicia - El Tiempo

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