sábado, 21 de marzo de 2009

Empresas y gobierno se oponen a referendo por el Agua, en el Día Mundial

En medio de la conmemoración del Día Mundial del Agua y de la finalización del Foro Mundial del Agua en Estambul (del 16 al 22 de marzo), la discusión sobre este recurso continúa vigente en Colombia.
Después de recolectar más de dos millones de firmas, la iniciativa se presentó al Congreso en octubre del año pasado y el martes 17 de marzo tuvo su primer debate en la Comisión Primera de la Cámara, que continuó el miércoles, según explicó el vocero del Comité Nacional en Defensa del Agua y de la Vida (Cndav), Rafael Colmenares.
La idea del Cndav de realizar un referendo para que el derecho al agua esté incluido en la Constitución, lleva ya dos años.
Sus propuestas consisten en "consagrar el derecho humano fundamental al agua potable y garantizarlo a través de un mínimo vital gratuito, la protección para los ecosistemas esenciales para el ciclo del agua y la gestión pública del agua en el país", como asegura Colmenares.
Él, quien además es director de Ecofondo, una de las organizaciones que hacen parte de esa agrupación, hizo un balance de esa primera discusión y explicó algunos conceptos básicos del proyecto de ley 171 de 2008, que convoca al referendo y que cursa en el Congreso.
¿En qué consiste ese mínimo vital gratuito al que tendrían derecho los colombianos, si se votara favorablemente el referendo?Es una cantidad que se suministra al año a las familias y que cubre las necesidades básicas de bebida, preparación de alimentos y aseo básico. Si el acceso al agua potable es un derecho fundamental, pues este mínimo vital debe ser para todas las personas.

A través de una política tarifaria puede conducirse de manera que beneficie fundamentalmente a las familias pobres.
El problema que existe en el país es que el 64 por ciento de la población está en los tres estratos más bajos, 1, 2 y 3. Si se le añade el estrato 4, que no es un rico, entonces llega a un 80 por ciento. Es decir, que el mínimo vital gratuito favorecería a estos sectores.

¿Cuál es la diferencia entre esa política tarifaria y el pago que se hace actualmente, de acuerdo con el estrato? En que actualmente el subsidio cruzado es un descuento sobre lo que esta familia pobre tendría que pagar. Entonces, si debe 30 mil pesos, el subsidio le cubre 10 mil, mientras que el mínimo vital es una cantidad que la familia recibe, de entrada, gratuitamente. Es como si usted tomara un taxi y le dijeran "las 10 primeras cuadras son gratis". Son dos cosas diferentes.

¿Cómo se mediría el mínimo vital?
Habría que definirlo de acuerdo con la región del país, incluso con los mismos estratos sociales. La Organización Mundial de la Salud ha establecido un parámetro de 50 litros diarios por persona, pero eso puede ser mayor o menor dependiendo de la región y de factores como la posibilidad del suministro.

¿En qué consiste la política tarifaria que ustedes proponen?Estamos haciendo una propuesta de reforma a la Constitución. La política habría que desarrollarla a partir de su aprobación. Lo que quiero decir es que cuando se toma una decisión, como la de la ley 142 del 94, que rige actualmente, se hacen adaptaciones tarifarias. Nuestro esquema es humanitario y social, en contraposición al de esa ley, que privilegia lo económico.

La Superintendencia de Servicios Públicos dice que la iniciativa subsidiaría a los ricos. ¿Qué piensa de eso? Eso es cínico. Es como si usted le fuera a dar un almuerzo gratis a 30 personas sin recursos y porque alguien rico se sentara ahí, entonces usted le niega ese almuerzo a 29 pobres. Debería preocuparle más que su política de altas tarifas, pues hay 400.000 personas desconectadas del servicio por no tener capacidad de pago.

¿Qué conclusiones sacaron del debate de la semana pasada?Que hay una oposición fuerte de parte del Gobierno en general y de las empresas prestadoras del servicio, porque nuestra propuesta les impediría seguir haciendo el jugoso negocio con el agua. Pero hay elementos que no han podido cuestionar como el derecho humano al agua ni la propuesta ambiental, sobre la cual, incluso, han manifestado que están de acuerdo. Se puede decir que el tema del agua en Colombia va a tener, a partir de esta iniciativa, una importancia de primer orden en la agenda pública de Colombia.

¿Qué opina sobre la modificación del texto inicial?
Es contradictoria porque más de dos millones de personas firmaron para que ese texto se sometiera a votación del pueblo colombiano. De entrada, la modificación de ese texto es una especie de desaire. Ahora, el problema es saber cuáles son las modificaciones que se proponen.
Si cambian sustancialmente puntos esenciales de la propuesta como el derecho humano fundamental al agua potable, el mínimo vital gratuito y la no privatización del agua, quedaría reducida a su mínima expresión y, en esas condiciones, estaríamos hablando de otra propuesta completamente distinta.

El Tiempo - Tierra y Justicia

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